Cuando un hombre ama a una mujer, lo demuestras con sus actos cotidianos.
Cuando hay amor en un matrimonió todo se supera, se necesita mucho de la ayuda de Dios.
Cuando un hombre o mujer se tratan mal mutuamente se están, sin darse cuenta dejar arrastrar al odio.
Cuando ambos no se aman y dejan llevar por su terquedad, es porque un yo ocupa el lugar de Dios en su corazón.
Cuando una esposa o esposo repudia al otro lo está arrogando al adulterio.
Cuando el amor se termina en un apareja , no significa que son infieles entre si, son infieles a la promesa
que hicieron frente a Dios.
Los momentos difíciles pueden ser enfermedades del alma, del cuerpo que hace que uno no pueda superar sus incapacidades y el otro ya pierda no solo el amor ; sino la compasión.
La palabra de Dios dice que la mujer es frágil y el hombre debe cuidarla , santificarla amarla como Cristo amó a la Iglesia que su vida por ella.
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