Lagrimas En La Noche
Señor, he elegido este instante inmensurable,
Para abrir mi corazón acongojado.
Elevo a ti mi rostro cubierto de lágrimas,
Quiero hablar, no puedo casi pronunciar ni una palabra.
Lágrimas, solo
lagrimas. Es todo tan denso,
tan confuso como un
espejo cóncavo, donde todo se deforma.
Pero aun así elevo mi corazón a Ti Padre de lo imposible,
omnisciente Dios.
Aunque no alcanzo a comprender
lo que ocurre, en lo
profundo de mi corazón, ni en el convulsionado
mundo, yo confío en Ti, Fuente Eterna de toda verdad.
Entre lágrimas yo igual te adoro, te alabo por lo que
tú representas para mí.
Ahora quiero decirte gracias, por el silencio de la noche,
por el leve sueño de las mariposas, por los pájaros dormidos
en los álamos, por los colores mutables y eternos de las
cosas.
Por la capacidad con la que me dotaste de estar triste y
alegre,
por las sonrisas y las lágrimas por estar viva, en tu
presencia.
Por amarme hasta la Cruz.
Gracias por los amigos, Gracias por los sueños que compartes
conmigo,
por estar aquí junto a mi cama, mientras por mi rostro fluye
este río de
lágrimas, gracias por el primer pájaro que mañana despertará
con su trino al alba.
Autora Mirta Barolo de Acuña.
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